jueves, 22 de marzo de 2007

Ten cuidado con lo que pides

Ten cuidado con lo que pides

Ten cuidado con lo que pides eso me dijeron una vez, por que si lo anhelas con mucho fervor se puede convertir en realidad, así que yo le pedí a Dios un Carlos, le insistí mucho, grandes eran las suplicas para que me mandara uno, que cosas tan extrañas se le ocurren a uno cuando es joven, habiendo tantos nombres y hombres, yo pidiendo un Carlos, no bastándome con la experiencia ya obtenida en el tema. Dios con su infinita bondad me lo concedió, encontré un Carlos bueno que digo uno, fueron varios lo que se cruzaron en mi camino, llámese casualidad o exceso de fe, no lo se, tan solo diré que mis oraciones fueron escuchadas y ahí estaba yo con mis peticiones cumplidas. No se presentaron al mismo tiempo, fueron apareciendo uno a uno, pero ya después de tres yo creí que era maldición, se aparecían en todas partes, en los lugares menos imaginados, ahí había un Carlos.

Cada uno fue diferente, aunque llevaran el mismo nombre. tenían otro común denominador, sus ojos, era algo que me cautivaba, una mirada en la que me podía perder, ver lo que había dentro de sus corazones, sus temores, los deseos más profundamente guardados se hacia presentes con tan solo indagar un poco dentro de ellos. Uno de ellos albergaba una infinita soledad que me hubiera encantado poder acompañar, sin embargo su dueño era muy celoso, otro una terrible inocencia al menos cuando estuvo a mi lado, de lo sucedido después yo no me hago responsable, en la otra mirada encontraba tal picardía y un poco de cinismo que a veces me hacia reír.

No puedo presumir que todo fue un cuento de hadas, tiene su parte escabrosa como en todas las historias, cada uno se fue de mi vide dejando una huella a su paso, unas más profundas que otras, uno fue mas difícil de olvidar y otro marco mi vida de una manera muy especial, del tercero pues fue una muy buena compañía. No puedo decir que los odio, seria una mentira y darles mucha importancia, pero también hay recuerdos no gratos de su paso por mi vida, llore por alguno de ellos lo reconozco, me dolió su adiós pero el corazón se recupera de esas heridas y resurge el animo de volverse a enamorar.

Recuerdos, risas, abrazos, besos y todo lo que implican ellos en mi vida, desamor, desilusión y unas cuantas lagrimas, cada uno en distinta manera y en diferente magnitud desencadeno estos sentimientos, cada uno diferente, único hasta en la manera de mirarme, pero al final todos eran Carlos.

4 comentarios:

Rubén dijo...

Tengo dos amigos Carlos por si te interesa.

Las letras son grandes compañeras de los sentimientos que nos tenemos que tragar en soledad.


Yo solia escribir en un blog tambien, hace tiempo que no escribo, haber cuanto te dura a ti el gusto por escribir.

Saludos.

Rubén dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

que onda caluu!
como tas ps aqui visitando tu blog la neta me gusto me gusto! q bueno q por fin te decidiste en mostrar lo que escribes!! te dije q estaba padre nadamas no lo dejes porque uno termina oxidado y luego ya no vas a poder jeje como me paso en el dibujo... y en cuanto a los carlos... ya ps el q sigue..sea carlos o no jaja bueno tia te dejo xq ya no se me ocurre nada q escribir jaja bye!!

Unknown dijo...

Gracias por tus letras... mi nombre esta en ellas y mi rostro en tu mente cuando lo escribiste...
Gracias