lo que nunca escribi

lo que nunca escribí fue: te amo, te desprecio, tampoco escribí sobre esa persona que llegó un instante a mi vida y me robo un beso, dibujo una sonrisa en mi rostro o arranco un suspiro de mi corazón. Nunca escribí algo sobre el amor o sobre Dios pero esas dos cosas aun tienen un lugar en mi cuaderno.

Después de tanto divagar entre estas páginas puedo decir que nunca escribí todo lo que te quise, todo lo que llore por tu ausencia, sobre los hombres que pasaron por mi vida sin dejar una huella profunda pero que ocuparon un espacio en algún presente lejano.

Nunca escribo todo lo que pienso, por que las mejores historias están alojadas en mi memoria a corto plazo.

relaciones furtivas

era una de esas relaciones furtivas, un secreto a voces que todos pretenden ignorar, por aquello del recato social. tan solo encuentros remotos y clandestinos para el desahogo de la soledad. aqui no se necesitaban las palabras a vecesel lenguaje corporal es mejor comunicador. Les gustaba sentir la cercanía de los cuerpos, el peso de un cuerpo sobre otro, el recorrido de sus manos por los limites de la piel hasta fundirse en ella. Y los besos, esos besos pasionales que te dejan sin aliento, los sientes con los ojos cerrados recordándolos entre sueños, no hay despliegues de ternura en un encuentro de este tipo, tan solo el deseo se hace presente cuando se llega a compartir a solas el mismo espacio al mismo tiempo, pero es secreto nadie sabe lo que pasa pues al salir se despiden como dos viejos amigos

desiciones

Tengo un pantalón roto y una desición que tomar, las encrucijadas no son buenas para la cabeza te hacen pensar de masiado, los pantalones rotos tienes en su tela el paso del tiempo y el uso que se les ha dado. Las desiciones nunca han sido fáciles para mi, soy indecisa por naturaleza y llegas tu pidiendo me una respuesta a tus preguntas con ese tono de dulzura y firmesa, mirando mis ojos queriendo sacar una respuesta de ellos. Hoy no hablan estan sorprendidos por tus palabras, al igual que mi boca no puede articular tu respuesta, soy un ser cambiante y desconfiando, lo que necesito es tiempo para pensarlo

cuando bese aun extraño

Era una noche calurosa de esas que tiene mayo, con su calor nocturno exuberante que tiende hacer que las mujeres dejen al descubierto partes del cuerpo que en otras épocas del año no sucede, una de esa noche en las que nada esta escrito y dejas todo a la incertidumbre del futuro, de pronto suena el teléfono, con su singular timbre que me he propuesto cambiar desde hace tiempo, contesto y al otro lado de la linea escuchó la voz de una amiga, compañera de locuras incontables ya sea por el número o por el contenido, me dice con un tono ya conocido "deberíamos de salir hoy, no quiero quedarme en casa" a lo cual yo respondí con mi actitud fría y conservadora, ¿a donde?. Después de discutir sobre los bares de la ciudad optamos por uno céntricos y concurrido, pusimos nuestro autos en marcha llegando al lugar seleccionado, el cual por cierto se encontraba casi desolado apunto estuvimos de dar media vuelta y salir de lugar, sin embargo decidimos permanecer.

Decididas como dos mujeres solas, nos sentamos en la barra, siendo atendidas por un mesero muy atento, el cual poseía esas cualidades que me llaman la atención en un hombre. Pedimos dos whiskeys, mi amiga hizo el comentario de que estuvieran bien servidos, dijo esto sonriendole al barman el cual obedeció sus palabras, preparando unas bebidas con un fuerte grado del licor, transcurrió la noche mas pronto de lo que imaginamos y el lugar en unos cuantos minutos estaba lleno de gente, pero a mi el mesero me seguía intrigando, es cuando encuentras una persona poseedora de un atractivo indescriptible pero capta tu atención. El amable mesero no tardo mucho en darse cuenta de mi mirada a la cual correspondió sin ningún tipo de pudor. La noche paso era hora de marcharse, entonces el se acercó sonriendo y se presento, extendiendo su mano me dijo "hola me llamo mauricio" de ahí inició la conversación que duraría mucho tiempo mas del esperado, con cosas venales y otras trascendentes, de su vida de la mía, fue algo extraño como esto terminó o comenzó, pero se acerco mas de lo que debería luego me dijo "perdón" y me beso.

Fue espontáneo, tierno, apasionado, inesperado y totalmente correspondido, es de esas cosas de la vida que llegan sin pedirlas no duran para siempre pero se quedan impresas en la memoria.