tengo tanta ganas de olvidarte y guardarte en el otro baúl ese de los recuerdos, o poder instalarte en la lista negra de los hombres de mi vida, pero no puedo hacer ninguna de las dos cosas, que me da frió tan solo de pensar en el olvido.
Si conjuntamos las locas ganas de verte con esa firme intención de salir corriendo de tu lado, tal vez podría explicar lo que me haces sentir, cuando la razón grita cuidado y el corazón le ha dado porque pasar desapercibido ante tal confusa situación.
Todo parece tomar el lugar que no debía, y entre mis propósitos de año nuevo fue enterrarte junto con los otros hombres de mi vida, pero luego la voluntad da un giro inesperado, traicionan dome al reclamar tu estadía a mi lado.
Sera la comodidad de sentirme entre tus brazos, la que me ha dejado con el vicio de tu aroma, aunque me ha dado por recordar cosas, de esas que se plasmaron en el pasado sin sentido alguno, como tratando de formar un colash de recuerdos que intenta proyectar un aviso preventivo.
Tal vez si lo que siento tuviera algún sentido entonces dejaría de sentir.
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