martes, 31 de julio de 2007

Esta sentado ahí donde siempre en el Tercer banco de la barra, con un aspecto pulcro tomando un whiskey pero la mirada vacía como si esperara algo que no llega, había algo en ese hombre que llamaba mi atención, siempre ahí sentado sin hablar con las personas de su al rededor , solo con el cantinero entablaba esporádicas conversaciones, cada día a al dar la 1 de la mañana tomaba sus cosas y se marchaba.

Al principio pensé que era un cliente más, de esos hombres taciturnos y solitarios como los hay, pero con el paso del tiempo y su constancia me di cuenta que no era un hombre común algo había en él algo diferente, su constancia tanto en su asistencia como a la hora de marcharse nunca supe la hora en que llegaba pero imagino que era temprano lo que si era constante y conocida por todos los del bar. era su presencia y a hora de su partida, terminaba su bebida de un trago tomaba su sombrero y saco, emprendía la partida.

En el bar se especulaba sobre el hombre misterioso, ahí nos reuníamos al salir de la oficina, en general éramos hombres que al salir el trabajo buscábamos un tiempo de relax, se puede decir que todos éramos camaradas y cuando alguien nuevo entraba al bar lo reconocíamos inmediatamente, pero el hombre del tercer banco estaba ahí primero que todos. Pensé que mi curiosidad era mal sana y yo era el único intrigado por su presencia, pero no era así pues los comentarios sobre él, se escuchaban en cualquier mesa, así un día reuní valor y me decidí, le comente a Raúl uno de mis compañeros de trabajo el cual tenia más tiempo visitando el lugar a cerca del hombre del tercer banco, pregunte –conoces tu a ese hombre que siempre esta sentado en el tercer banco de la barra- el me miró con una sonrisa sin interpretación diciéndome, se muy poco sobre él como a ti un día me causo curiosidad, me acerque al cantinero y pregunte pero no me pudo decir mucho, todos le inventamos una historia a ese hombre, cuéntame la tuya.

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