miércoles, 18 de febrero de 2009

Te espere unos cuantos minutos y mientras llegabas leí unos cuantos libros, bebí algunos litros de alcohol y tuve unas cuantas aventuras, pensándolo bien creo que te espere más de unas cuantas horas, pero la cuenta se perdió.

Y ahora que estas aquí formando por un cúmulo de huesos, dos brazos y algunas buenas intenciones, tal y como dijo aquella adivina que lo harías, me ha dado por cambiar, tal vez fue demasiada libertad y me acostumbre al aroma de los silencios.

Será que olvide como dar explicaciones y tus buenos modales no me bastan, y es que en la lista de deseos ya no esta un niño bueno, las experiencias pasadas rompieron con el mito de tus ojos y de la mujer que te esperaba sólo quedo yo.

Los libros llenaron mi cabeza de nuevas ideas, los litros de alcohol le dieron una perspectiva diferente a lo que se iba presentado las aventuras me mostraron que los tuyos no serían los únicos brazos cálido que me encontraría en el camino.

¿Ahora dime a quién buscas hoy?

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