He de confesar que soy un a mujer sumamente despistada y es que hay algo inherente a mi ser que se ocupa de pensar en cosas irreales dejando las importantes un tanto relegadas, debido a esto me pasan cosas graciosas muy seguido.
Hace poco termine la universidad y nos organizaron una cena por parte de la escuela, total que entre la barra libre, la despedida con los amigos, las nostalgias y esas cosas a más de dos se nos pasaron un poco las copas.
En una de las idas al baño como toda mujer, se me quedo un pedazo de papel pegado en el tacón, y es que por salir casi que corriendo del baño debido a que no se encontraba en un estado muy agradable, no me percate de lo que pise.
Ahí estaba yo, caminando de regreso al salón cuando de pronto escuche que un mesero me decía “señorita trae un papel pegado en el zapato” como toda mujer digna o más bien sin saber que hacer en esos casos me quite el papel tallando el tacón contra el piso hasta que la tira de aproximadamente cuatro cuadros de papel se desprendió de mi zapato y seguí mi camino.
No me fije quienes eran los meseros, tampoco me volví a levantar al baño, reprimí el
suceso durante el resto de la noche y al día siguiente casi moría de la risa al recordar lo que paso.
p.d. ¡Ciudado con el papel!
ese día me quede ronca de tanto cantar y tanto whisky.
